La Fundación de Educación para la Salud (FUNDADEPS) desarrolla una nueva campaña de prevención frente al abuso de psicofármacos y tranquilizantes mediante la promoción de la igualdad. A lo largo de las próximas semanas, las redes sociales de FUNDADEPS (Instagram, Facebook y Twitter) se van a llenar de gráficas y mensajes de la campaña #EngánchateALaVida. 

Según datos publicados en el Informe 2021: Alcohol, tabaco y drogas ilegales en España, se estima que 645.000 personas empezaron a consumir hipnosedantes, con o sin receta, en el periodo de 2019 y 2020, y el mayor inicio de consumo tuvo lugar entre las mujeres de 35 a 64 años.

La nueva campaña de concienciación y prevención de FUNDADEPS va dirigida principalmente al grupo de mujeres de 35-44 años, un grupo vulnerable en base a la sobrecarga de la doble jornada de cuidados en la crianza y el trabajo productivo. Además, la campaña interpela de manera directa a las mujeres como sujetos únicos hacia identidades individualizadas y no relacionales; y trata de dirigirse en exclusividad a ellas, sin incorporar la carga de los cuidados o sobre cargas laborales.

¿Consumo de hipnosedantes = consumo de drogas?

La salud bio-psico-social no es sólo un hecho individual, sino que es un hecho comunitario. Mujeres y hombres se encuentran con contradicciones que deben solventar día a día y esto puede generar mucho estrés. La mayor o menor capacidad de hacer frente a esa situación depende de diversidad de factores (estructurales, sociales e individuales). A nivel individual no sólo depende de las capacidades personales, sino de cómo se hace frente a los mandatos de género que son impuestos, es decir, a todo aquello que se espera de uno por ser mujer u hombre.

En general, los hipnosedantes y ansiolíticos se recetan y consumen para hacer frente a episodios de falta de sueño o a la angustia generada por las preocupaciones. Algunas mujeres los consumen en privado y sin percepción de consumo de drogas porque muchas veces son recetados por profesionales sanitarios/as.

Sin embargo, la ansiedad no desaparece con el uso de hipnosedantes. Aunque pueden ayudar a disminuir en alguna medida la ansiedad, principalmente lo que los hipnosedantes generan es que el cuerpo y sus funciones se desaceleren, haciendo que la capacidad de análisis y raciocinio de quien los consume también mermen. Pero lo que realmente ayuda a mermar la ansiedad es atacar sus causas. Entre ellas, verbalizar los malestares de género, hablar de las preocupaciones con personas cercanas o con servicios profesionales especializados hará que se relativice la situación, se reevalúe cognitivamente los problemas y alternativas de solución y que se sea consciente de que algunos de los problemas que se tienen son más comunes de lo que se crees y que hay alternativas para lidiar con ellos.

Para hacer frente a las preocupaciones desde FUNDADEPS postulamos que hay tres caminos: el primero, analizar si la solución a un problema está en nuestra mano o no. Si lo está, hemos de tomar las decisiones encaminadas a resolverlo, sabiendo que también asumiremos sus consecuencias. El segundo, si la solución no está en nuestra mano, lo sano será no querer tener el control, esto hará que nuestra preocupación se minimice. Por último, lo menos indicado será esconder la preocupación con la ayuda de hipnosedantes y ansiolíticos que, lejos de resolver el problema, generarán que se aplace el momento de tener que solucionarlo y, por tanto, prolongarán nuestra angustia por mucho más tiempo.

#EngánchateALaVida se enmarca dentro del programa FEDRA y cuenta con financiación del Plan Nacional sobre Drogas del Ministerio de Sanidad.

Campaña de prevención frente al abuso de psicofármacos