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Lectura: La nueva medicina

Actualizado el 26/04/20 a las 01:29

Rubén Sánchez Gijón

Estudiante del Grado de Psicología en Universidad Rey Juan Carlos. Embajador de sueños.

En estos días tan difíciles en los que todos estamos confinados en casa con el objetivo de conseguir frenar la curva de contagios del COVID19, me gustaría contaros los beneficios que puede llegar a tener una actividad muy placentera, pero a la que dedicamos generalmente poco tiempo en condiciones normales, y que en estos momentos sería una buena oportunidad de retomarla o incluso empezar a realizarla. Estoy hablando de la lectura.

Si ponemos el foco en la población general, (Vargas Rodríguez, y otros, 2018) la lectura tiene beneficios de dos tipos fundamentalmente:

  • A nivel lingüístico

Leer produce un aumento del vocabulario de la persona, lo que conlleva un aumento en su desarrollo cultural. Por otro lado, el leer diferentes libros conlleva el conocimiento de nuevas culturas, lo que puede favorecer un aumento en la tolerancia de la persona hacia éstas.

  • A nivel psicológico

La lectura reduce la probabilidad de tener Alzheimer y demencia, porque leer estimula las conexiones cerebrales y aumenta la reserva cognitiva de la persona, ya que mantiene lamente activa. También disminuye el estrés, facilita el sueño, provoca que tengamos más empatía, aumenta la inteligencia de la persona y puede potenciar sus habilidades sociales.

No obstante, el objetivo de este artículo, no es solo centrarme en los beneficios que tiene la lectura para todo el mundo, sino poner el foco en los beneficios que ésta puede tener para personas que se encuentran hospitalizadas y, por supuesto, para sus acompañantes. En este caso, el término correcto que se utiliza para el empleo de la lectura como herramienta terapéutica es la biblioterapia.

La biblioterapia (Serradas Fonseca, 1999) se podría definir como “curar por medio de los libros, es decir, la utilización de libros, revistas, etc., como medio para distraer y curar a los enfermos aquejados de dolencias prolongadas”. Como es lógico, este método tiene varias ventajas en relación con el proceso terapéutico (Arias, Miguez, Molfino, &Rega, 2000):

  • La lectura que se les proporciona a los pacientes es aceptada ya que en este caso ellos eligen el libro que quieren leer,

  • La resistencia que se puede dar en el proceso terapéutico disminuye posibilitando un cambio en menor tiempo,

  • Ayuda a que el paciente sea más autónomo y tenga un papel más activo en el proceso.

Sin embargo, el paciente no es la única persona que se encuentra en el hospital, sino que los acompañantes también tienen un papel fundamental en el proceso de mejora del paciente. Hay que destacar que, en el caso de pacientes que no puedan de leer debido al estado en el que se encuentran o incluso por la edad que presentan, son los acompañantes los encargados en muchas ocasiones de compartir la lectura con el paciente.

Además, en mi caso, he tenido la suerte de poder realizar las prácticas en la biblioteca para pacientes del Hospital Clínico San Carlos, siendo un embajador de sueños llevando el carrito de las letras a los pacientes y sus acompañantes. Este servicio, que se encuadra dentro del Programa “Salud y Lectura”, está coordinado por FUNDADEPS dentro de las acciones de la Red Estatal de Bibliotecas para Pacientes, compuesta actualmente por 47 bibliotecas de hospitales españoles y consiste en que, ciertas personas llamadas Embajadores de Sueños, recorran todos los rincones del hospital llevando una biblioteca móvil a todos los pacientes, acompañantes e incluso al propio personal hospitalario, realizando visitas a pie de cama.

Por un lado, creo que es necesario tener en cuenta la labor que hacen las personas que trabajan en la biblioteca ya que un servicio así necesita de una planificación muy exhaustiva para poder abarcar lo máximo posible y poder llegar al mayor número de personas posibles.

Por otro lado, este servicio no solo se limita al mero hecho de repartir libros si no que conlleva un acompañamiento. Se trata de una actividad motivadora que sirve para ayudar a que tanto pacientes como acompañantes puedan evadirse de una situación de salud frágil y de un ambiente hostil como puede ser un hospital, potenciando así su imaginación y creatividad al leer las múltiples historias que los libros pueden contarnos. Una manera de ejercitar la mente que pueda contribuir a su mejoría.

Además, estas acciones ayudan al proceso de humanización de la salud debido a que se mejora la calidad del sistema sanitario poniendo al paciente en el centro de la atención hospitalaria y teniendo en cuenta su bienestar global. Este programa engloba distintas acciones y actividades que no solo proporcionan beneficios psicosociales si no también es fuente de intercambio cultural y del fomento de la lectura. Se trata de un servicio transversal que aumenta el trabajo en red por parte del personal que trabaja en el hospital con el fin de conseguir el máximo bienestar para el paciente.

Y, ¿qué pasa con l@s embajadores de sueños? Pues en mi caso, ha sido una fuente de intercambio de experiencias y de aprendizajes mutuos, he podido aprender tanto de los propios pacientes como de los acompañantes desde recetas de cocina, hasta saber adquirir esa sensibilidad en el trato en casos de personas que no están pasando por su mejor momento y desarrollar algo tan importante como es la empatía y me han recomendado libros y series nuevas e interesantes.

Me he quedado sorprendido por la capacidad de superación y de iniciativa que tienen algunos pacientes lo que también ayuda y te hace aprender que aunque estés en un mal momento, todo se puede superar.

Como conclusión, me gustaría destacar que este servicio es fundamental, que no solo ayuda a los pacientes, sino que también lo hace con su entorno y ayuda a los propios profesionales sanitarios. Así que, aunque no estés en el hospital y estés en tu casa, ¿por qué no te embarcas en esta aventura de la lectura? 

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