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In Memoriam. Juliana Fariña en el recuerdo: una médica heterodoxa

Actualizado el 22/08/20 a las 18:42

María Sainz

Presidenta de la Fundación de Educación para la Salud (FUNDADEPS)

​Estoy en la sala de maquillajes de una televisión pública y la imagen de mi querida Juliana se me presenta sonriente. La recuerdo en la antesala de un estudio televisivo, cuando quiso poner en marcha un programa de comunicación, a modo de televisión o canal interno, para el Ilustre Colegio de Médicos de Madrid (ICOMEM). Nos acompañaba su amiga y médica de cabecera la Dra. Susana Jones del Centro de Salud de Majadahonda, que siempre la acompañó.

La vi por primera vez en 1976, en los sótanos del Ala Norte del Hospital Clínico San Carlos, cuando por imperativo paterno tuve que ir a saludar al Prof. Dr. Agustín Bullón, que entonces era el catedrático de Anatomía Patológica, porque habían vivido en la casa común de mis abuelos y con los hermanos Bullón había estudiado medicina en Salamanca.

Mis recuerdos de amistad y simpatía comienzan en los años de 1985 cuando por primera vez le pedí su apoyo para la creación de la Asociación de Educación para la Salud (ADEPS) desde el servicio de Medicina Preventiva del Hospital Clínico.

Ya era una mujer única como profesional, docente e investigadora. Quizás por ello, cuando pudo ser la primera mujer Directora Médica del Hospital Clínico no quiso asumir el puesto para no renunciar a la jefatura del Servicio de Anatomía Patológica.

Y cuando ganó la Presidencia del ICOMEM en el año 2000 no tuvo que renunciar a nada. Todo lo contrario, se creció como solo una gran mujer inteligente, generosa y sabia podía hacerlo. En esa década te acompañé siempre y celebramos el acto con la placa del Bicentenario, que pusiste en el ICOMEM, por la gesta de la Real Expedición Filantrópica de la Vacuna de 1803, que puso en marcha el Dr. Balmis y Berenguer (Alicante,1753-Madrid, 1819) en Las Américas.

Tenía una sensibilidad especial para los niños y niñas. Comprendía la importancia de la educación sanitaria, aunque yo le insistía en que hablara de la Educación para la Salud como rama del conocimiento de la Medicina Preventiva.

—María, dime qué mensajes lanzamos. Hay que enseñarles lo importante que es lavarse las manos. Así que una catedrática de Anatomía Patológica y una Profesora Asociada de Medicina Preventiva, ambas de la Facultad de Medicina, pusimos en marcha las tres ediciones del único Máster en Periodismo Sanitario como Título Propio de la Universidad Complutense desde el 2005 hasta el 2009. Y tenemos en nuestro haber a un magnífico grupo de profesionales de la comunicación y del periodismo de la salud que nos enorgullecía a las dos, junto a todas las personas que fueron docentes, coordinadores, FUNDADEPS y otras fundaciones e instituciones que nos apoyaron. Fueron cinco años de trabajo continuado. ¿Cómo era posible que una profesora y catedrática de Anatomía Patológica entendiera la importancia de la Comunicación de la Salud? Era posible porque Juliana Fariña era una mujer inteligente, luchadora y pegada a la realidad. Y todo lo nuevo era de su interés como científica.

Y como docente sabía que era necesario saber enseñar. Así pues, con su colega, ayudante y amiga, la Dra. Concha Millana, enseñaba todo lo necesario de su gran invención técnica como es la ECOPSIA. También sabía que la Medicina Preventiva era el futuro, por eso se atrevía como nadie a decir lo que se tenía que decir, desde la Facultad de Medicina y desde la Real Academia de Medicina.

Cuando sufrimos la pandemia de la gripe aviar del 2009 por el virus H1N1 me pidió que diera charlas en nombre del ICOMEM por los Colegios Mayores de Madrid del campus de la Complutense.

—Van a ser los futuros profesionales y líderes. Han de tener las cosas claras. ¿No crees?

Y yo asentía con la admiración y el cariño que siempre he profesado a la excepcional paisana extremeña. Nunca olvidaré sus peticiones para vernos con la ministra Trinidad Jiménez. Las charlas que teníamos, ni el valor aunque la criticaran. Siempre dijo alto y claro lo que pensaba. Hoy no te criticarían y comprenderían el mensaje educativo y preventivo del cartel del 2009 en la puerta principal del ICOMEM, dónde escribías:

¡No beses, no des la mano, di hola!, en prevención de la gripe A.

Nunca olvidaré el viaje en coche a Badajoz donde nos acompañaba el joven tutorado, Víctor Manuel Caro Gil. Ella como Presidenta del ICOMEM estaba invitada por Guillermo Fernández Vara, entonces Consejero de Sanidad y actual Presidente de Extremadura.

Cómo nos reímos contando historias de la infancia en el campo y nuestros pueblos extremeños. De cómo decidiste estudiar Medicina porque admirabas al médico rural que atendía a tu familia. Fuimos a casa de los tíos y la prima, que tanto querías, en Badajoz. Hablamos de nuestra vida familiar. Lo fácil de vivir con tu querido compañero de vida, tu marido el Dr. Jerónimo Buencuerpo, del amor de los hijos comunes, Jerónimo y Juliana. Del amor a tu madre querida hasta el final de sus días en vuestra casa.

Abrimos nuestro corazón hasta para un nuevo deseo de hacer otro viaje juntas a tu casa rural en la finca de Hongares en Xátiva.

—Yo no soy de derechas ni de izquierdas. Soy creyente y católica. Pero mi familia, que también lo era, sufrió represión por estar a favor de la República. Tampoco soy ni me gusta eso de los feminismos como a ti. Pero comprendo todo lo que me dices sobre la lucha por la igualdad de derechos de las mujeres.

Me gustaba llevarla a las comidas que organizábamos la Junta Directiva de FEDEPE en el Club Financiero. La periodista Mercedes Wullich, con quien dirigí la revista Mujeres Directivas, se entusiasmó por su gran personalidad y lo reflejó en su libro 6 mujeres, 6 voces, otra mirada sobre la mujer y el poder (Editorial Síntesis, 2004). La propuse al Premio de la Excelencia en el año 2003. Las directivas, profesionales y empresarias disfrutaron con su irónico y fino humor en el discurso que hizo al recogerlo, en el hotel Intercontinental de Madrid.

Amiga mía, quedaban pendientes muchas cosas por hacer juntas, aunque tú dejaste bien preparada la saga de las Julianas en esta vida. Como yo sabía de tu interés sobre el arte de la fotografía, que tanto gustabas disfrutar con Jerónimo, y sobre todo de tus cuadros pictóricos. Y como siempre, apoyabas mi faceta literaria, pero la vida y la enfermedad no nos concedió el tiempo suficiente de estar juntas para que te pudiera invitar y disfrutar en nuestras sesiones con ASEMEYA.

Ya sabes que al marcharte tan pronto, el lunes 29 de junio del 2020, tendrás que pintar allí donde estés sobre los angelotes de Murillo o los monjes de Zurbarán; así podremos concederte y concedernos el honor para siempre de ser una de las nuestras.

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