ARTÍCULOS DE OPINIÓN

Sexualidades que importan

Actualizado el 07/05/18 a las 08:41

Carlos de la Cruz
Si existe un tema tabú en nuestra sociedad, sin duda es la sexualidad de las personas con discapacidad intelectual o con trastornos del desarrollo. Pero lo más lamentable es que si lo sigue siendo es porque, probablemente sin quererlo y desde luego sin ser conscientes de ello, somos nosotros mismos quienes seguimos perpetuando esta situación. Y es que este tema nos incomoda y, claro, no es de extrañar que no encontremos nunca el momento de abordarlo.

Cuando tenemos que enfrentarnos a cuestiones relativas a su sexualidad con personas con discapacidad intelectual un sentimiento suele paralizarnos: la sensación de incapacidad. Pero lo cierto es que si dejamos de lado nuestros miedos, todos estamos capacitados para llevar a cabo esta tarea y lo único realmente dañino es eludirla.

Evitemos que la sexualidad siga estando vedada a las personas con discapacidad intelectual. Es hora de romper este injustificable silencio. Hay que hablar de la sexualidad con estas personas y hay que empezar a hacerlo ya. Hay tarea. Solo hay que poner un poco más de empeño.

Este libro se dirige fundamentalmente a familiares, pero resultará igualmente útil a profesionales, estudiantes o personas interesadas. En un lenguaje divulgativo y huyendo de tecnicismos se aporta con todo el rigor claves para ponerse a la tarea. Para dejar de mirar hacia otro lado y hacer verdad que todas las personas y todas las sexualidades son igualmente importantes.

El capítulo 1 “Por aquello de no repetir errores” trata de situar al lector o lectora ante el verdadero marco de la sexualidad así como de los objetivos que de este se desprenden. Del mismo modo se propone repartir las tareas entre los distintos agentes sociales, si bien caminado todos en la misma dirección.

El capítulo 2 “Conocerse – Ante las preguntas y los silencios” propone pautas que ayuden a que la persona con discapacidad aprenda a conocerse y conocer a los demás. Así mismo se habla de cómo responder a las preguntas y cómo contribuir a este mismo objetivo cuando no hay preguntas o estamos ante personas con grandes necesidades de apoyo.

El capítulo 3 “Aceptarse – Hombres y mujeres, como tantos y tantas” aborda el tema de la identidad y orientación del deseo y de cómo resulta imprescindible que familiares y profesionales dejen de tratar a las personas con discapacidad como si siempre fueran niños. Evitar la sobreprotección, tratar de generar más autonomía y propiciar el aprendizaje de las relaciones personales, serán tres de las claves.

El capítulo 4 “Satisfacción – Aprender la intimidad” incluye pistas fundamentales para que la sexualidad acabe en lo íntimo en vez de en lo prohibido. Así como algunas pautas de actuación por si se presentaran conductas inadecuadas en público.

Finalmente en el capítulo 5 “Pareja, usos y abusos” es el turno de abordar la obsesión por tener pareja, el consentimiento y la prevención de abusos.

Sin duda después de todo lo expuesto en el libro queda mucho por hacer (así se reconoce en el mismo) pero, también sin duda este libro trata de situar la sexualidad de las personas con discapacidad ante la dirección adecuada.