
Por todo ello centré mi investigacion en menores acogidos en hogares tutelados en situación de protección, los cuales han vivido durante su infancia experiencias traumáticas que han influido en su posterior desarrollo. En concreto, en mi tesis doctoral titulada “Experiencias traumáticas en la infancia y su influencia sobre el desarrollo afectivo social y la memoria autobiográfica en menores institucionalizados. Comparación con un grupo control” he tratado de conocer las diferencias en el vínculo de apego desarrollado con la madre, el nivel de adaptación personal y social, los niveles de depresión y la capacidad de acceso a recuerdos autobiográficos entre menores institucionalizados y un grupo de menores que vivía con sus familias biológicas.
Los resultados señalan, a nivel general, que los menores de los hogares tutelados que habían vivido experiencias traumáticas durante su infancia comparados con un grupo de menores que no habían sufrido experiencia traumática alguna, percibían a sus madres como menos afectuosas durante su infancia y se percibían a ellos mismos como más inseguros hacia ellas en la actualidad. A nivel de adaptación personal y social los menores maltratados eran más inadaptados a nivel familiar, emocional y percibían una peor calidad de vida relaciona con la salud.
Estos resultados coinciden con los obtenidos por Main (1995) donde se sugirió que el diseño u organización de las relaciones de apego durante la infancia se asocia con los procesos característicos de la regulación emocional, las relaciones sociales y el acceso a la memoria autobiográfica.
En segundo lugar, me planteé como objetivo analizar las características del grupo de adolescentes institucionalizados atendiendo a la naturaleza de la experiencia traumática vivida que provocó la medida de protección y estudiar la relación entre las distintas variables consideradas. En líneas generales, los menores institucionalizados que habían percibido a sus madres como más afectuosas y menos controladoras durante su infancia fueron los que más seguros se percibían hacia ellas en la actualidad. Se observó que un pequeño porcentaje de los adolescentes informaron de un vínculo óptimo con la madre durante la convivencia en la familia. Por tanto, según la percepción y el relato retrospectivo del menor existía una adecuada vinculación afectiva con la madre con anterioridad a la medida de protección.
A modo de conclusión y dando respuesta a la pregunta ¿puede influir el tipo de experiencia traumática vivida durante la infancia en el desarrollo posterior de un menor? quiero destacar que el hecho de haber sufrido un tipo de maltrato u otro no influye en la adaptación personal y social, memoria de trabajo y memoria autobiográfica de estos menores. Por lo tanto, incidimos en el hecho de que es el haber sufrido experiencias traumáticas durante la infancia y no el tipo concreto de experiencia traumática vivida, lo que afecta al desarrollo posterior de estos menores. Ha quedado reflejada la importancia de establecer vínculos afectivos positivos para un adecuado desarrollo afectivo y social, memoria de trabajo y memoria autobiográfica.