
Centrándonos en el tema de la prevención del tabaquismo a través de Internet, podemos encontrar gran cantidad de Web y Blog dirigidas a proporcionar información y ayuda a las personas para dejar de fumar. Ante la duda de si estas intervenciones en Internet son útiles en deshabituación tabáquica se realizó una revisión sistemática por un grupo de la Cochrane en la que se corroboró la gran cantidad de información existente, la heterogeneidad de la misma y las dificultades para cribar a aquellas que son de calidad. Los autores de esta revisión concluyeron que los programas de Internet pueden ayudar a dejar de fumar especialmente cuando la información está adaptada a las características de las personas que las utilizan, y cuando aseguran contactos automatizados y frecuentes con ellas. Además, estas intervenciones proporcionan un beneficio adicional a otros métodos para abandonar el consumo de tabaco.
Un estudio posterior que analizaba el coste-efectividad de los programas informáticos y otras ayudas electrónicas para dejar de fumar concluye que estos recursos pueden aumentar la probabilidad de cesación en comparación con ninguna intervención o con materiales genéricos de autoayuda. Los autores refieren que los programas informáticos para dejar de fumar son útiles tanto para quienes están preparados para dejar de fumar como para quienes todavía no se lo han planteado. Sin embargo, advierten que es necesario mejorar los conocimientos sobre las formas de entrega de ayudas electrónicas, el contenido, y la aceptación en poblaciones desfavorecidas, y que se precisa investigar la relación entre la participación de los usuarios y las usuarias en el diseño de estas intervenciones y el impacto en la eficacia de las mismas.
En conclusión, Internet puede ser un gran aliado en educación para la salud y los profesionales de la salud deberíamos utilizarla como una herramienta de ayuda. La información que se proporcione debe ser fiable, dinámica, y tiene que estar adaptada a las necesidades de la población destinataria. Es importante contar con la participación de los usuarios y usuarias y permitir contacto con los profesionales sanitarios frecuentes, y en este sentido la Web 2.0 es un gran recurso. Sin embargo todavía debemos investigar sobre los criterios de eficacia de las Web, Blog y otros recursos de Internet para adaptarlos a las necesidades de la población teniendo en cuenta la perspectiva tanto de equidad como de género.