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El bullying no es un juego

Actualizado el 14/11/17 a las 23:34

Eduardo Javier Chong Chong

Médico Residente de Medicina Preventiva y Salud Pública. Hospital Clínico San Carlos. Madrid.

El bullying es una expresión muy común utilizada en la sociedad actual.  ¿Pero de dónde proviene esta palabra?. El término bullying proviene del vocablo holandés “boel” que significa acoso. Se define como una conducta de persecución física y/o psicológica  contra otra persona a la que se elige como víctima de repetidos ataques, con la intencionalidad de causar daño o perjuicio de alguien, que habitualmente es más débil, llevados a cabo por lo general entre estudiantes.

Los estudios sobre este término se iniciaron en 1973 por el psicólogo noruego Dan Olweus. En estos años tuvo poco impacto en el tema, hasta que en el año 1982 empezó a tener un auge mayor, a consecuencia del suicidio de 3 jóvenes en el norte de Noruega. En España, la preocupación se despertó con el suicidio de un adolescente vasco de 14 años (Jokin) en Hondarribia en el 2004. Para Dan Olweus, la violencia entre iguales se expresa con el término Mobbing (en Noruega y Dinamarca) que puede entenderse como “grupo grande de personas que se dedican al asedio, una persona que atormenta, hostiga y molesta a otra”.

En relación a la etiología del bullying, suele ser compleja y depende de muchos factores que se conjugan entre sí. El bullying grave ocurre en alrededor del 9% en la edad escolar en España (Diario El País 18 Feb 2016. Fuente: Save the Children) y al menos, un 25% de los y las alumnas se han sentido amenazados en alguna ocasión según Sabel Gabaldón (2005).

Dentro de los factores asociados y relacionados al bullying se ha visto que a nivel social sufrir pérdidas de relaciones cercanas y tener un nivel socioeconómico bajo son factores de riesgo. Así mismo haber sido expuesto/a a eventos adversos en la infancia (violencia, traumas, etc.) o sufrir algún tipo de enfermedad crónica como obesidad o tener alguna discapacidad física también están asociados a sufrir bullying. Por último se ha visto que personas lesbianas, gays, bisexuales o personas trans, tienen más probabilidades de sufrir bullying que personas heterosexuales. 

El bullying se puede manifestar de distintas formas, puede ser físico, verbal, relacional ó cyberbullying, mayor a través del uso de las redes sociales e internet. Se ha visto que la forma de bullying más común es de tipo verbal, con nombres ofensivos o humillando a la otra persona, este problema suele darse más en las escuelas, sin embargo puede ocurrir en cualquier lugar.  

Respecto a las consecuencias de este problema, se ha visto que sufrir bullying puede provocar incomodidad, miedo y causar un daño emocional grave y/o duradero en una persona. Los niños y niñas que sufren directamente el bullying a menudo sienten que es culpa suya y no saben qué hacer para detenerlo, pueden incluso retraerse y no tener vida social por el miedo a la humillación. Pueden sufrir daño psicológico, no solo en el presente, sino también en el futuro. También pueden presentar problemas de salud y mayores probabilidades de ausentismo y abandono escolar. Entre las consecuencias más graves está el suicidio a consecuencia del bullying grave.

Quienes agreden también tienen riesgos, tienen más probabilidades de involucrarse en peleas y comportamientos agresivos, van mal en la escuela y pueden tener problemas con la ley. Además son más propensos/as a tener comportamientos abusivos cuando crezcan.

Los niños y niñas que son testigos de bullying, frecuentemente se sienten mal o culpables porque no hicieron nada para evitarlo, o incluso sienten que fueron cómplices, a veces temen ser agredidos/as, también en ellos/as se genera un impacto emocional negativo.  

Existen programas de screening para el bullying basados en encuestas que evalúan si existen factores de riesgo que puedan condicionarlo. Por ejemplo se valora la situación de los y las jóvenes en la escuela, si es que se sienten seguros/as, con sentimientos de integración con sus pares. Si se detecta alguna persona víctima de bullying, se sugiere intervenir cuanto antes asistiendo a la víctima y familiares, apoyando con un espacio para hablar de lo ocurrido dándole un ambiente seguro. Además se sugiere trabajar con la escuela para proteger a la víctima y orientar a la persona que agrede a buscar ayudas, a la vez que educar a los estudiantes sobre qué hacer ante estas situaciones. Aumentar la supervisión en las escuelas, promover en las escuelas políticas anti-bullying son medidas que en diversos centros escolares están tomando. Es rol de la escuela y de la sociedad en general velar por la salud psicoemocional de las personas jóvenes, prevenir el Bullying es una labor esencial para contribuir a la salud emocional e integral de niños y niñas.

En definitiva, el bullying es una conducta agresiva, continuada, intencionada y perjudicial, cuyos protagonistas suelen ser jóvenes escolares. Es un problema que puede tener consecuencias en el futuro, sobre todo a nivel psicológico. No solamente a las víctimas de bullying sino también con  efectos muy negativos para  quienes agreden y quienes observan  las conductas violentas. Se sugiere no callar ante estos hechos, pedir ayudas y buscar apoyo de familiares, amigos, escuela, docentes. Promover una cultura de respecto, igualdad y buenos tratos, es tarea de todos y todas. Por ellos creemos que educar en eliminar conductas abusivas y discriminatorias es una tarea de todos los sectores, educación, salud, social. En este punto la educación para la salud puede cumplir un rol importante en la prevención y promoción de una cultura del respeto mutuo, igualdad y buenos tratos.  
 

Bibliografía
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