
El ébola llegó a España en avión del Ejército y con escrupulosas medidas de seguridad. Dos misioneros españoles, uno en en Liberia y otro en Sierra Leona, se contagiaron del virus atendiendo a enfermos y el Gobierno de España decidió repatriarlos en un intento vano por salvarles la vida. Una de las personas que atendieron a los moribundos, la auxiliar de enfermería Teresa Romero, se contagió. Su enfermedad se conoció el 6 de octubre de 2014. Ese día comienza la peor crisis de salud pública en España de los últimos años, en gran parte provocada por la inicialmente nefasta comunicación de los riesgos y gestión de la crisis de las autoridades españolas. Los errores se fueron sumando en esos primeros días en la comunicación de crisis en torno al ébola en España.
Sin ánimo de exhaustividad, estos fueron algunos de los principales errores:
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El Ministerio de Sanidad convocó a los medios de comunicación, cuando aún no se conocía el contagio, sin ninguna información sobre el asunto del que se iba a tratar. En la convocatoria solo se decía “rueda de prensa esta tarde en el Ministerio de Sanidad”.
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Ya conocido el contagio, la rueda de prensa comienza con mucho retraso. Al parecer, según me contó en su día una reconocida periodista que estuvo allí, nadie en el Ministerio era capaz de encontrar las llaves de la cabina desde la que se maneja el audio y otras tecnologías de la sala.
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La ministra Ana Mato, con las televisiones ya en directo, y antes de sentarse, habla con una de sus colaboradoras durante unos instantes televisivamente eternos al lado de la mesa de interviniente. De las imágenes se colige que, en ese último momento, apunta los nombres y/o cargos de algunos de sus seis acompañantes en la rueda de prensa. ¿No los conocía a todos?
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Mato, va vestida de negro, color elegante, pero ligado al luto. Un alto cargo del Ministerio me dijo en su momento que en su despacho tenía una chaqueta blanca. ¿Nadie le aconsejó ponérsela para romper el vínculo psicológico de su negro atuendo con la muerte? ¿No quiso ella?
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La información de la ministra y de sus seis acompañantes no tranquilizó a nadie. Todo lo contrario. La rueda de prensa es objeto de estudio en facultades y centros académicos de comunicación. No precisamente como ejemplo de buena práctica.
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El consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, que no se sentó en esa primera comparecencia, comienza a las horas a criticar a la enferma y a hacer interpretaciones y chascarrillos sobre el caso en diferentes foros públicos. Cuando se le afea la conducta, replica con soberbia.
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Finalmente se reconduce la crisis cuando la Vicepresidenta Soraya Saénz de Santamaría se pone al frente de la gestión y se nombra a un único portavoz, Fernando Simón, Director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio, un médico con amplia experiencia en la materia.
Durante esa semana de octubre de 2014, otra gran epidemia se extendió entre la población española: la de la desconfianza y la del miedo. ¿Tres años después estamos preparados para actuar de una manera comunicativamente más templada, profesional y rigurosa?
Quizá no estaría mal convocar a un grupo de expertos y valorarlo entre todos. A esa reunión, si tuviera el honor de ser invitado, llevaría un muy alto concepto de la preparación de nuestros técnicos para afrontar una crisis de estas características. Escucharía, sin embargo, muy atento a quienes defendieran que los políticos están al mismo nivel, porque se me hace difícil encontrar fundamentos para avalar esa postura.
Aitor Ugarte, Licenciado en Ciencias de la Información (Universidad de Navarra) y Máster en Marketing y Comunicación Multimedia (Escuela de Negocios IEDE-Universidad Europea de Madrid). En su larga trayectoria como periodista ha dividido trabajado para varios de los principales medios de comunicación españoles y ha liderado la comunicación de diferentes organismos e instituciones públicas de máximo nivel. Además, es profesor y conferenciante en Comunicación y Salud, Periodismo y Estrategia en instituciones nacionales e internacionales. Fundador y primer editor de la publicación científica Revista de Comunicación y Salud.