
Vine a España desde Lima (Perú) para ayudar a mi hermana que tenía 2 niños pequeñitos. Vine con los estudios terminados de Ingeniería en Universidad de Lima. Aquí estudié y trabajé como Informática para proyectos de la Seguridad Social. Cuando falleció mi padre, en 1997, me hizo prometerle que cuidaría de mi madre; llegó la época de crisis económica del país, en 2009, y quedé en el paro, y entonces me dediqué exclusivamente a cuidar a mi madre, que tiene una dependencia de un 90%.
Esta labor de cuidadora me estaba deteriorando física y psicológicamente pero gracias a la Fundación Mujeres, que me vinculó a Fundadeps con el Programa MIAS, han hecho que aprenda a cuidarme y fueron capaces de aconsejarme para sobrellevar esta labor que sin querer te va consumiendo.
He aprendido que es necesario cuidarse y conocerse a una misma para poder vivir y realizar cualquier labor del día a día y, más aun, la labor del cuidado de una persona dependiente con todo lo que ello conlleva. Y que los estereotipos y roles sociales son responsables en gran medida de esos sentimientos de culpa que muchas veces se apoderan de nosotras; sentimiento como el agotamiento, cansancio, estar hartas, que no podemos más… Es decir, sentimientos que son normales pero que vivimos de manera intensa, negativa y como contradictorios, y no debe ser así.
Agradezco el haber podido participar del Programa MIAS y de todos los talleres impartidos, especialmente el de hábitos saludables y cuidados en el envejecimiento de la mujer tan importantes y que me han aportado tanto.