ARTÍCULOS DE OPINIÓN

Cómo aprendí a cuidarme con el Programa MIAS

Actualizado el 12/12/17 a las 14:34

María Magdalena Marín
Mi nombre es María Magdalena Marín y participé en los talleres impartidos por Fundadeps en el marco del Programa MIAS.

Vine a España desde Lima (Perú) para ayudar a mi hermana que tenía 2 niños pequeñitos. Vine con los estudios terminados de Ingeniería en Universidad de Lima. Aquí estudié y trabajé como Informática para proyectos de la Seguridad Social. Cuando falleció mi padre, en 1997, me hizo prometerle que cuidaría de mi madre; llegó la época de crisis económica del país, en 2009, y quedé en el paro, y entonces me dediqué exclusivamente a cuidar a mi madre, que tiene una dependencia de un 90%.

Esta labor de cuidadora me estaba deteriorando física y psicológicamente pero gracias a la Fundación Mujeres, que me vinculó a Fundadeps con el Programa MIAS, han hecho que aprenda a cuidarme y fueron capaces de aconsejarme para sobrellevar esta labor que sin querer te va consumiendo. 

He aprendido que es necesario cuidarse y conocerse a una misma para poder vivir y realizar cualquier labor del día a día y, más aun, la labor del cuidado de una persona dependiente con todo lo que ello conlleva. Y que los estereotipos y roles sociales son responsables en gran medida de esos sentimientos de culpa que muchas veces se apoderan de nosotras; sentimiento como el agotamiento, cansancio, estar hartas, que no podemos más… Es decir, sentimientos que son normales pero que vivimos de manera intensa, negativa y como contradictorios, y no debe ser así.

Actualmente, he conseguido que mi madre vaya a un centro de día. Una decisión positiva tanto para ella, que ha conseguido frenar su deterioro cognitivo, como para mí, que me permite tener más tiempo para mí, porque había llegado a un punto en el que me había olvidado de mí misma. La cuidaba todo el día yo sola y ya no tenía vida, no tenía ayuda.

Agradezco el haber podido participar del Programa MIAS y de todos los talleres impartidos, especialmente el de hábitos saludables y cuidados en el envejecimiento de la mujer tan importantes y que me han aportado tanto.

Con mucho afecto para todas las personas que me han ayudado, escribo estas líneas para que con mi experiencia anime a otras personas a participar de este programa que me ha abierto a nuevas redes y a tener una nueva perspectiva de vida que me proporciona más tranquilidad y bienestar.