
Los elevados índices de sobrepeso infantil en España sitúan la promoción del ejercicio físico y de una dieta saludable como los principales temas de esta Guía, pero no son los únicos. La educación temprana en los riesgos que comporta el consumo de tabaco, alcohol y otras drogas también se encuentran entre los puntos importantes a tratar. La educación afectivo-sexual, que incluye la prevención de enfermedades de transmisión sexual y la mejora de las relaciones de integración social, alejadas de tratos discriminatorios, también se contempla en el documento. La salud emocional del individuo, que el niño sea feliz y se encuentre a gusto consigo mismo, es también un contenido importante de la Guía. Por último, este documento no se olvida de dedicar un apartado a la prevención de riesgos, mediante la promoción del uso de dispositivos de seguridad en medios de transporte o a la hora de practicar cualquier actividad deportiva.
Estos contenidos se articulan después en cuatro niveles, porque no es lo mismo convencer a un niño de que haga deporte que explicarle a la madre de ese niño por qué es importante que su hijo haga deporte. Por esa razón, el documento recoge la dimensión curricular; la del entorno del centro educativo; la familiar; y la de coordinación y aprovechamiento de recursos externos.
Cada centro educativo podrá después adoptar estas técnicas de promoción de la salud a sus necesidades específicas según las características del alumnado, la zona en que éste se encuentre situado y un sinfín más de particularidades. Criar niños sanos es la mejor solución si queremos tener una sociedad que se componga principalmente de adultos sanos.