
Uno de los principales objetivos de la propuesta aprobada es que los productos de tabaco sean menos atractivos para los jóvenes. La ponente de esta iniciativa, Linda McAvan, señaló que «a pesar de la tendencia a la baja del tabaquismo entre los adultos en la mayoría de los Estados, las cifras de la Organización Mundial de la Salud muestran una preocupante tendencia al alza de los fumadores jóvenes en algunos de nuestros Estados miembros».
En ese sentido, la nueva normativa pretende evitar que la industria del tabaco destine a los jóvenes una serie de productos específicos, y al mismo tiempo endurece la obligación sobre las advertencias sobre los perjuicios de fumar en la salud de las personas que deben llevar los paquetes. La legislación actual exige que las advertencias sanitarias cubran al menos el 30 % de la superficie de la parte frontal del envase y el 40 % de la parte de atrás, y la normativa aprobada la pasada semana pretende que las advertencias ocupen dos tercios del paquete (65%) por ambos lados.
Otra de las medidas incluidas en la nueva normativa es la regulación de los cigarrillos electrónicos, que estarán sujetos a las mismas normas que los medicamentos siempre que se presenten con propiedades curativas o preventivas. Para ello, no podrán contener más de 30mg/ml de nicotina, deben llevar advertencias sanitarias y no deben de ser vendidos a menores de 18 años. Los fabricantes e importadores tendrán que presentar a las autoridades sanitarias competentes una lista de todos los ingredientes que contienen. Por otro lado, también se aprobó que los cigarrillos electrónicos estén sujetos a las mismas restricciones a la publicidad que los productos del tabaco.
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Web del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT)